martes, 4 de marzo de 2014

Lo que hay del reguetón a la libertad del mercado

Algunos medios de comunicación en Colombia dieron cuenta hace unas semanas de un músico en Bogotá que interpuso una acción de tutela en contra del reguetón. Sin entrar en consideraciones jurídico-procesales de la acción de tutela, esa manifestación de rechazo en contra de un tipo de música resulta válida para hacer una reflexión sobre lo que subyace a esa queja de alguien que se dedica a producir una música “no comercial”, pero que también sería aquélla del escritor cuyo mérito no es reconocido por los compradores de libros, o el pintor que es excluido de las galerías, o el profesor poco valorado por los estudiantes… En fin se trata de la distribución de las recompensas que proporciona el mercado a algunas expresiones intelectuales o artísticas.


En el ensayo del reconocido filósofo Robert Nozick, Why do intellectuals oppose capitalism?, se alude a un argumento según el cual los intelectuales contemporáneos se sienten con derecho de recibir, por parte de la sociedad, un alto reconocimiento que se transforma en resentimiento contra el mercado cuando dicho reconocimiento no es recibido.


El capitalismo, explica Nozick en su ensayo, no satisface el principio de distribución según el cual “a cada quien de acuerdo con su mérito o valor”. Sostiene que el mercado recompensa a quienes satisfacen las demandas de las personas y, el tamaño de dicha recompensa depende de las cantidades demandadas y de la oferta alternativa.


La alta demanda de reguetón hace que los músicos dedicados a ese género encuentren en el mercado reconocimientos, pese a que su valor o mérito estético sea enjuiciado por ciertas personas que no encuentran en esa expresión musical una estética digna de reconocimiento y persigan una suerte de desincentivo por parte de las autoridades, como en el caso de las noticias, mediante una acción de tutela.


Pero esto mismo puede decirse de otras manifestaciones culturales. La tauromaquia, por ejemplo, también encuentra oposición en juicios éticos y morales por parte de personas que consideran que el trato cruel hacia un animal no puede ser permitido por las autoridades, aun cuando en algunas partes haya demanda por este espectáculo.


Las telenovelas o series con altos contenidos de violencia y que son juzgados por algunos como una apología a la delincuencia también son objeto de descalificación y no faltan las voces que llamen a una censura, pese a que los niveles de rating que tienen estos programas, informan sobre la alta demanda de los televidentes hacia este tipo de productos culturales.


La gran demanda de manufacturas baratas, a costa de la pauperización de los salarios y condiciones laborales de trabajadores en Asia o los productos agrícolas cuya producción subsidiada en Estados Unidos o Canadá compiten con los nuestros carentes de subsidios sí que satisfarían la lógica del capitalismo en los términos de Nozick, a pesar de que contra estas prácticas podamos elevar juicios éticos.


En el libro Economic Analysis and Moral Philosophy se hace referencia a un caso en el que confluyen razones de ética y eficiencia de mercado: Un Memorando elaborado por Lawrence Summers el 12 de diciembre de 1991, quien es ese momento era el director del Banco Mundial, básicamente argumentaba que las industrias sucias “dirty industries” deberían llevarse a los países en desarrollo porque:


a) El costo de la contaminación es medido a partir de las pérdidas de salarios derivadas de enfermedades y muertes provocadas por la toxicicidad de la producción, entonces las industrias sucias deberían localizarse en países con ingresos bajos;


b) Muchos países en desarrollo tienen muy bajos niveles de polución, en comparación con los países industrializados;


c) Hay menos demanda de aire limpio en los países en desarrollo.


Vale la pena preguntarse entonces si es deseable dejar al mercado las decisiones de consumo (demanda) sin que ellas atiendan también a un mérito ético o estético de los proveedores, sean estos cantantes, toreros, productores de televisión, o de textiles, o de celulares.


De ser deseable, entonces ¿cómo sería ello posible sin atentar contra la libertad que es uno de los principios sustanciales para la existencia de la instituciones humanas como el mercado o la democracia?




Referencias


Vínculos sobre la acción de tutela








En el siguiente enlace está el ensayo de Robert Nozick




En el siguiente enlace hay un paper sobre por qué el análisis de costo beneficio no es una brújula moral para el análisis de políticas medioambientales, en referencia al Memoradum de Summers

http://www.albany.edu/~jm887713/ENV_CBA%20copy.pdf

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